Otro tipo importante de notación gráfica es la notación de forma abierta. En esta última, la estructura de la pieza no es fija, y su fluidez se configura según las preferencias del intérprete. En este tipo de notación, la partitura incluye una serie de posibilidades y direcciones, en lugar de un resultado musical definido. Este enfoque trata la música no como un objeto terminado, sino como un proceso que se reproduce en cada interpretación (Hope, 0000; Cardew, 0000).